Ponerse a dieta y conseguir adelgazar es uno de los propósitos de la mayoría de los españoles y de hecho miles de personas intentan cada día quitarse esos “kilitos de más” que parece que a nadie le caen bien. Sin embargo ponerse a dieta es un gran reto ya que deseamos bajar de peso sin renunciar a nuestros grandes placeres entre los que, por supuesto, se encuentra nuestro gran amigo el chocolate. A pesar de ello, solemos optar por el camino de la estética y renunciamos a alimentos indispensables “porque engordan” sin reparar en que la alimentación no es cuestión de estética sino de salud y que los alimentos que consumimos a diario nos afectan en nuestra conducta pudiendo provocar ansiedad, insomnio o desembocar en enfermedades bastante más graves.
Al comenzar una dieta nos sentimos como personas con superpoderes capaces de no caer en la tentación de esos seres endemoniados que se esconden detrás de las comidas tan ricas intentando que caigamos y engordemos por lo que es bastante común sentirse superior a la gente que no hace dietas, compadecerse de ellos mientras comen lo que “engorda” o incluso sentir una ira irracional al comprobar que esos alimentos malévolos que tanto mal te hacen a ti no tienen ningún efecto en la chica o el chico tan perfecto que se los está comiendo en ese momento.
El estrés, el cansancio, la falta de proteínas y ver precisamente alimentos prohibidos para nosotros puede causarnos ansiedad ya que hemos hecho un cambio alimenticio bastante radical y los alimentos con los que nos hemos criado tienen normalmente un componente emocional por lo que cambiarlos puede suponer una revolución interna. Otro aspecto del bloqueo mental hacia ciertos componentes o alimentos tiene que ver con la imagen que éstos tienen en nuestra sociedad. Algunos alimentos se consideran socialmente “correctos” y por tanto podemos vernos presionados a comerlos como todo el mundo mientras que otros son socialmente mal vistos para tener una figura ideal.
Cumpleaños, navidades y reuniones sociales son la excusa perfecta para permitirnos excesos alimenticios, una licencia para reconociliarte por un rato con tus pasiones y está totalmente justificado porque “un día es un día” y así como un arrebato de pasión, le ponemos los cuernos a nuestra dieta. Gran error ( y gran depresión cuando descubres que no sólo has recuperado lo que una semana de todo tipo de alimentos color verde te ha ayudado a perder sino que además tienes el bonustrack y sumas kilos a los que tenías). Cuando nuestro cuerpo empezaba a habituarse a la nueva alimentación volvemos a probar la manzana prohibida y todo vuelve a empezar: otra vez la ansiedad, el mal humor, el cargo de conciencia y, para hacer las cosas bien, podemos probar a comprar un libro milagroso de reconocido prestigio internacional que jura y perjura que te ayuda a adelgazar sin hacer ejercicio.
Todo vuelve a comenzar y te preparas para la “operación bikini” de dentro de 3 años (porque hay que contar con los cumpleaños de amigos y familiares que te “obligan a saltarte la dieta” sólo un día”) y, con el tiempo, hasta te lo tomas con humor y milagrosamente ¡adelgazas!
Yo creo que la clave está en la última frase: "si te lo tomas con humor, milagrosamente adelgazas". En cualquier ámbito de esta vida, obsesionarse o caer en la ansiedad es siempre lo peor que puedes hacer para lograr un objetivo. En mi opinión, adelgazar, sí, mejor por salud que por estética. Hacer dieta: no, comer variado y en todo caso, en menor cantidad, pero ponerte restricciones que te hagan la vida imposible, es empezar a dejar de vivir, la vida está para disfrutarla, para comer sano y rico, y lo demás no importa, hay que aprender a relativizar, no todos nacemos con cuerpos esculturales de modelo, pero eso no es ninguna tragedia, porque al final lo que queda, está dentro de cada uno de nosotros. Sinceramente, los cuerpos esculturales van acompañados el 99% de las veces de cerebros huecos, y donde esté un cerebro bien amueblado, que se quite el 90-60-90 ;)
ResponderEliminarEl binomio dieta-adelgazamiento no se acompaña única y exclusivamente con una correcta alimentación. El ejercicio físico es un factor muy importante que contribuye gratamente a tal efecto. Es necesario idear un verdadero planning que combine ejercicio físico y buenos alimentos para así poder conseguir tu propósito, en este caso es adelgazar.
ResponderEliminarLa base en cuanto a la alimentación reside en la ingesta de alimentos hipocalóricos, con un alto índice proteico y bajo contenido en grasas. Además, para poder conseguir tu objetivo deben ser cocinados a la plancha o hervidos.
Estoy con vosotras cuando decís que la obsesión no es una buena compañera en el camino para el adelgazamiento y evidentemente para nada, y al igual que existen alimentos que cuando dejas de tomarlos pueden provocarte estados de ansiedad, también los hay que cuando los tomas por primera vez, pueden ocasionar el mismo efecto.
El hábito es probablemente el causante mayor de esta odiosa ansiedad. Y si hablamos de hábitos, uno de ellos puede ser el realizar ejercicio físico, que si no se controla puede convertirse a la par en otra obsesión. Pero si eres lo suficientemente inteligente verás que el deporte también es para personas inteligentes, que puede combinarse con el buen comer y con la lectura del último best-seller de cocina.
No estoy a favor de las dietas, nunca debes renunciar a disfrutar de la vida porque creas que estás gordo/a.
ResponderEliminarNo son milagrosas las dietas, y puedes conseguir bajar tu peso haciendo deporte y comiendo un poquito más sano y con esto me refiero a que en vez de comer todo frito, lo hagas a la plancha.
Esa es la buena dieta mediterránea que a veces confundimos con comer muy poco y llegar incluso a obsesionarnos.
Quizás así, tomándote el perder unos kilos como algo divertido haga que no estés de mal humor o pensando en lo mal que se pasa sin comer lo que te gusta.
Ah.. ¡y eso sí!también te puedes dar un capricho de vez en cuando, como premio a que sin hacer una dieta estricta has conseguido bajar peso.
Se que está muy dicho pero es llevar una vida sana, que cuesta un montón? Claro pero el que algo quiere aglo le cuesta, haces deporte comes sano haciendo una dieta equilibrada (no esas dietas dextraña de por ejemplo la diete del kiwi o la dieta del aguacate que son chorradas)y le echas un poquito de fuerza de voluntad. Está claro que lleva su tiempo pero al final estarás en forma fijo. De todas formas creo que a veces la gente se obsesiona, pero como no hacerlo cuando nos venden que lo perfecto son unos cánones de belleza (vease el 90-60-90 en las mujeres) que no todas pueden seguir,aunque ya solo sea por que su constitución se lo impide. Normal que a veces la gente se deprima y mande a paseo la dieta y coman como les de la gana, lo que solo implica un círculo vicioso. Asi que a no obsesionarse con estas cosas!
ResponderEliminarjajajaja chic@s estoy de acuerdo con vosotros pero esta especie de artículo- monólogo es como una página de un diario de una persona que no solo haga una dieta sino que viva en ella! Estoy totalmente de acuerdo de que lo sano, lo correcto es lo que decís pero al igual que hay gente que no consigue engordar hay gente que por mucho ejercicio, dietas e historias que haga ¡no consigue adelgazar!
ResponderEliminarnos han vendido una imagen pero también nos han vendido una rutina sana que consiste en una alimentación equilibrada y el deporte. Esto seguro que funciona en el 80% de la población pero, sin embargo, también hay estudios que revelan que no siempre es así y que existe un porcentaje de población en la que la comida sana no les surge efecto. Sin embargo (y como pasa con tantísimas otras cosas) estos estudios no pueden salir a la luz porque entonces un montón de personas que no tuvieran ese problema se lo autodiagnosticarían y dejarían de hacer esas dietas, los libros dejarían de venderse, los productos también y no hablemos de las pérdidas de dinero de los gimnasios
Lo primero felicidades por tu artículo, el título es un gran aliciente para empezar a leerlo. Desde mi punto de vista una dieta llega a ser efectiva no cuando cambias radicalmente tu alimentación, sino cuando poco a poco vas haciendo de esta algo sano y equilibrado. Sin embargo no solo es el "no comer dulces ni grasa", sino que el deporte juega un papel fundamental, como dice Alicia. Ademas lo que al principio puede suponer un suplicio te traerá no solo el beneficio de comprarte un bikini nuevo porque el del año pasado de queda grande sino que te sentirás más sana y una vez más capaz de todo.
ResponderEliminarArtículo muy interesante. En la sociedad moderna la importancia del cuerpo es enorme. Por ello el poder las dietas, con el que muchas veces se intenta engañar a la persona haciendole creer en milagros imposibles. Una dieta no es un milagro, puede ayudar, pero para adelgazar influyen otros muchos factores como pueden ser el metabolismo de cada persona, la calidad de la dieta o la combinación con otras actividades entre las que destaca el deporte como muy bien se ha dicho. De todas formas personalmente no soy partiradio de las dietas, aunque comprendo que hay que intentar cumplir los esteriotipos que se han creado. Sin duda un tema de actualidad y muy interesante, ya que abarca varios puntos de vista irreconciliables.
ResponderEliminarlo que creo y en base a mi experiencia es que hacer dieta es un poco dañino para tu mente...
ResponderEliminarlo prohido te llama, lo querés, queres probarlo, hacerlo, pero NO... todo por estereotipos... A veces pienso que en la sociedad tenemos unos estandartes y ¿realmente no me siento bien conmigo misma o estoy enculturizada?
Bienvenidos a la operación bikini. Ya quedan menos de tres meses para el verano.
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