Si lo comparamos con el cine diríamos que muchas historias de amor surgen entre los fogones, porque la comida no se reduce a alimentar y saciar nuestro apetito, la comida puede ser algo más, puede convertirse en el mayor juego de seducción nunca visto.
Sin reservas:
Una película que trata de hacernos ver la diferencia entre el control excesivo del trabajo de la mano de Catherine Zeta-Jones, una chef perfeccionista que apenas ve más allá de su trabajo, y el verdadero disfrute de la cocina con Aaron Eckhart, un chef que siente con cada plato que cocina.
Porque cuando nos obsesionarnos con algo, significa el principio de dejar de disfrutarlo. Esta película muestra como la mayor rivalidad es capaz de convertirse en amor, un amor que surge entre fogones y que nos enseña que a veces, hay que perder el control para encontrar aquello que queremos retener.
Come, reza, Ama:
Julia Roberts nos transmite lo importante que es dejarse llevar y encontrar aquello que verdaderamente nos hace felices. Una película que podríamos dividir en tres partes, dedicando una de ellas a la comida, en Italia, templo de la pasta, pizza y helado. Donde nos muestra que se puede y se debe disfrutar comiendo, debemos tomarnos nuestro tiempo para disfrutar de cada uno de los ingredientes que osan rozar nuestro paladar.
A continuación dejo una escena de la película que representa lo esencial de disfrutar de la comida y sentirse bien con uno mismo, sin preocuparse por el que dirán, típico miedo por el que existe tanta represión en esta sociedad.
Como agua para chocolate:
Se trata de una película en la que la comida se convierte en el medio de comunicación de los protagonistas, una historia de amor prohibida en la que la gastronomía se convierte en un punto de unión y con la que llegan a ser capaces de transmitir sus sentimientos. Una película que pretende demostrar que no todo se basa en las palabras, sino que hay cosas que se dicen sin ni siquiera hablar.
El siguiente vídeo es un claro ejemplo de lo que la comida puede llegar a transmitir entre dos personas.
Julie y Julia:
Comedia que cuenta con la brillante Meryl Streep, en la que la cocina se convierte en su salvación, se trata de dos historias paralelas que giran en torno a la cocina como afición y motivación para continuar sus vidas, unas vidas que empiezan a ver estancadas y desperdiciadas.
Ratatouille:
Una película que aunque vaya destinada principalmente a los más pequeños, no pasa desapercibida para nadie y la cual pretende mostrarnos, que cualquiera, si de verdad lo desea, es capaz de cocinar y sentir el placer de la cocina.
Un toque de canela:
Película Griega que nos compara la comida con la vida, ambas necesitan “un toque de sal para darles el sabor que requieren”. Trata de mostrarnos la vida, el amor y la política a través de la cocina, compara a las mujeres con especies y nos muestra una época en la que estaba mal visto que los niños jugasen con niñas y mucho menos que cocinasen para ellas.
El siguiente vídeo nos muestra como la cocina enseña y puede ser aplicada a muchas ciencias, incluso a la astrología.
Este pequeño repaso por algunas de las películas en las que la gastronomía se vuelve un elemento fundamental, nos enseña que la cocina es como la vida. Debemos saborear cada pequeño matiz de ella, exprimirle su sabor, dejar a un lado los clichés y prejuicios, amar por cada uno de los cinco sentidos, sentirnos libres, encontrar el punto de diversión y no dejar de aprender.
¡Bon Appetit!
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ResponderEliminarGracias por este repaso culinario de películas, sin duda me apunto alguna que otra que debo ver:)
ResponderEliminarMuy original la entrada, increíble que no haya visto ninguna :O también recomiendo "Tomates verdes fritos" y "Chocolat": buenísimas :)
ResponderEliminarEs curioso que a veces no te des cuenta cuando estás viendo una película la importancia que a veces le dan a la comida.
ResponderEliminarSin duda, me apunto la mayoría de las que has recomendado ;)
Muy buena la entrada!!!! Además me encantan todas las películas que habéis puesto! :)
ResponderEliminarMe gusta esta relación cine-gastronomía. La comida, a veces de forma involuntaria, se convierte en un buen argumento para buenos momentos de amor (como en casi todas las películas que has comentado), en momentos dificiles (como en Viven) o para hacer un dialogo que quedará para la posteridad, el de Pulp Fiction:
ResponderEliminar- …y en París puedes pedir cerveza en el McDonalds.
- Hmmm…
- ¿Y sabes cómo llaman al cuarto de libra con queso en París?
- ¿No lo llaman cuarto de libra con queso?
- Utilizan el sistema métrico, no sabrían qué coño es un cuarto de libra.
- ¿Pues cómo lo llaman?
- Lo llaman una “Royale con queso”
- Royale con queso (repite Jules)
- Haha… ¿y como llaman al Big Mac?
- Un Big Mac es un Big Mac, pero lo llaman “Le Big Mac”
- “Le Big Mac”
- ¿y como llaman al Whooper?
- No lo se, no entré en nigun Burger King… y que le ponen a las patatas en vez de ketchup?
- Mayonesa…
- Puaj, joder!
- Les ví hacerlo, tio, las bañan en esa mierda.
Te ha faltado "Chocolat".
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