Ante todos o la mayoría de estos alimentos el ser humano tiene una reacción similar: repentina sensación de sed o apetito voraz, acompañado de secreción de las glándulas salivales, traducido al castellano, se nos hace la boca agua.

Sí, hablamos de esos alimentos que los expertos en alimentación y dietética desterrarían a la cúspide de la pirámide alimentaria, esos que solo se nos debe ocurrir probar una vez a la semana, o al mes, esos que la mayoría de la gente debería repudiar, o al menos eso nos intentan inculcar los telediarios.
La conocida popularmente como comida basura es una gama de alimentos ricos en grasas, sal, condimentos o azúcares, tales como las hamburguesas, las patatas fritas, los perritos calientes o la pizza, entre otros. Estos alimentos se caracterizan por provocar en su consumidor unos mayores niveles de sed y apetito, circunstancias que fueron aprovechadas originalmente en Estados Unidos para crear un modelo de negocio conocido como franquicia de "fast-food" o comida rápida, por empresas hosteleras, tras la 2ª Guerra Mundial. En la actualidad muchas de esas empresas se han convertido en grandes multinacionales.
¿Os suenan empresas como Mc Donald’s, Burger King o Coca-Cola? Si vuestra respuesta es sí, también os sonarán Telepizza, Dunkin Donuts, Kentucky Fried Chicken o Pan’s and Company. ¿Y a quién no le suenan? ¿Quién no ha probado alguna vez, o habitualmente los productos de estas multinacionales?
Ni los famosos se resisten a las ventajas de la comida basura:
- Es barata
- Es rápida (se sirve enseguida)
- Fácil de comer (en cualquier sitio)
- Tiene buen sabor
Pero la comida basura tiene unas consecuencias nada positivas sobre nuestra salud, si hacemos de ella un consumo frecuente y continuado en el tiempo:
- Sobrepeso (especialmente preocupante el infantil)
- Elevación del nivel de colesterol en sangre
- Problemas cardiovasculares
- Diabetes
- Digestiones difíciles
- Adicción
- Etc.
La hamburguesa que no se descompone
La fotógrafa Sallie Davies se ha hecho famosa en la red por su último trabajo: fotografiar durante 146 días un menú infantil (Happy Meal) comprado en Mc Donald’s, este no se descompuso, tuvo el mismo aspecto desde el primer día que lo compró, cuando lo normal es que a la comida fresca le salga moho, bacteria que demuestra que es su día era una comida fresca y sana. ¿Un motivo para dejar de comprar sus productos?
Trucos para comer sano...
Algunos consejos que os recomendamos para no pasaros con la comida basura son:
- Probar las hamburguesas de pollo en lugar de las de carne (podéis reducir las calorías a la mitad).
- Acompañar el menú con ensalada, en vez de patatas fritas (la ensalada de Mc Donald's es sana y además tiene fama de estar muy rica). No os dejéis llevar por esa gente que considera raro ir a Mc Donald's y pedir ensalada, la clave está en innovar y pedir cosas nuevas, tened personalidad.
- Tratar de reducir las cantidades lo máximo posible, pudiendo quedarte satisfecho con una hamburguesa normal, no la pidas doble, o con una pizza mediana, no pidáis familiar.
- Probad a poner a la pizza otros ingredientes "no típicos", os recomiendo atún, pimiento o cebolla. También es un truco pedir masa clásica o fina, al evitar comer mucho pan, también reducimos una fuente notablemente calórica.
- Acompañar la comida con refrescos "light" o sin gas, aunque la mejor opción es una botella de agua.
- Tratar de no elegir postre, los helados y muffins o bollos que sirven en los restaurantes de comida rápida suelen ser una gran fuente de calorías, azúcares y grasas.
Fast Food Nation
Si los trucos que os hemos dado no os sirven, o simplemente buscáis motivos conspirativos para resistiros a entrar la próxima vez que paséis frente a un Mc Donald's, os recomiendo Fast Food Nation, una película que plantea una mirada crítica a la cultura estadounidense de la industria de la comida rápida, cuenta además con una larga lista de caras conocidas entre las que se encuentran Ethan Hawke, Bruce Willis o Avril Lavigne.